Haciendo de profesores y científicos


 

Cada vez que montamos una actividad práctica de Biología o de Geología, convertimos rápidamente nuestro laboratorio en una verdadera aula del futuro. Ya de por sí su diseño tradicional tiene connotaciones de aula de futuro por la disposición de filas de mesas continuas, taburetes giratorios, puestos de corriente en cada fila, desagües individuales en las filas de mesas y generales cerca, armarios de almacenaje y de seguridad alrededor, poyete para preparación de material, estanterías para colecciones,.... Este diseño se adapta a las características propias del trabajo en un laboratorio, en este caso escolar.

Y como en este espacio se imparte docencia en muchas de las materias relacionadas con las Ciencias de la Naturaleza, en aquellas sesiones de trabajo que se destinan específicamente a la realización de una actividad práctica, se coloca sobre los diferentes puestos de trabajo todo el material que el alumno y/o grupo de alumnos va a necesitar en cada una de ellas. Material que luego ha de quedar retirado, y todo perfectamente limpio y ordenado para el trabajo del grupo que llegue después.

Y como el aprendizaje de las materias científicas necesita metodologías activas y participativas, al igual que las aulas del futuro, se pueden enlazar a la perfección un laboratorio escolar y un aula de futuro para encajarlos en un único espacio de interés y para generar situaciones de aprendizaje significativo que faciliten la adquisición de competencias específicas y clave, permitiendo que el alumno construya su propio aprendizaje y dotándolo de significado, no olvidando así lo aprendido y manteniéndolo en las capacidades del alumno.

 

Los alumnos de 1º de bachillerato de Ciencias, previa preparación con su profesora de Biología, Geología y Ciencias Ambientales, se han puesto en la piel de los profesores y han explicado a los alumnos de 3º de ESO unos experimentos muy bonitos e interesantes sobre detección de diferentes sustancias nutritivas en los alimentos, aprovechando los contenidos de Bioquímica ya explicados a los de Bachillerato y los de nutrición y alimentación a los de ESO. Han utilizado gran variedad de alimentos, detectando sobre algunos de ellos la presencia de grasa a simple vista con una prueba sencilla, y sobre otros la presencia de monosacáridos (glucosa, fructosa) y de almidón con unas reacciones colorimétricas que les han llamado mucho la atención y por las que han mostrado mucho interés. Han descubierto que hay fabricantes que les añaden almidón a algunos alimentos de origen animal, con distintos fines, cuando este glúcido es de origen vegetal. 

 






















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